TUTTO SULLA MODA ITALIANA
LA MODA ITALIANA

LA CAMERA DELLA MODA ITALIANA.



El Museo del Prado posee, sin duda, una de las colecciones de pintura italiana más importantes del mundo, si bien es cierto, que el conjunto resulta desigual. El Trecento es casi inexistente, mientras que el Quattrocento escasamente representado cuenta con tres obras maestras: La Anunciación de Fra Angelico, El Transito de la Virgen de Mantegna y Cristo muerto sostenido por un ángel de Antonello da Messina, a las que habría que añadir tres tablas de Botticelli ayudado por su taller, que reproducen la Historia de Nastagio degli Onesti tomada de un cuento del Decamerón de Boccaccio.

La pintura del Cinquecento es espléndida. La escuela veneciana no tiene parangón. Los lienzos de temática religiosa y mitológica así como los retratos de Tiziano, Tintoretto, Veronés y la familia Bassano son únicos. El Prado no cuenta en sus fondos con obras de Leonardo y tampoco de Miguel Ángel, sin embargo, la colección de cuadros de Rafael es magnífica, como la demuestran la Sagrada Familia del Cordero, la Virgen del pez o el Retrato de cardenal. Otros artistas del siglo XVI están igualmente representados por pinturas de primer orden como es el caso de Correggio, Andrea del Sarto, Sebastiano del Piombo, Parmigianino, Bronzino, Barocci, Bernardino Luini, o Lorenzo Lotto.

Las corrientes pictóricas del siglo XVII cuentan con ejemplos de gran calidad. Caravaggio, el gran revolucionario de la pintura del Seiciento en clave naturalista, se encuentra representado por una obra que reproduce el momento en que David recoge la cabeza de Goliat. Dignos de mención son los seguidores de este artista, tales como: Orazio Gentileschi, Giovanni Serodine, Orazio Borgianni y Bartolomeo Cavarozzi. El clasicismo de Annibale Carracci, Guido Reni, Domenechino y Guercino puede verse en nuestro museo a través de obras de gran calidad artística. Luca Giordano, representante del pleno barroco, que trabajó en España para el rey Carlos II como pintor de cámara, cuenta con una numerosa colección de lienzos. No pueden olvidarse otros pintores dignamente presentes en el Prado como Mattia Preti, Bernardo Strozzi, Francesco Furini, Artemisia Gentileschi, Giovanni Lanfranco, Bernardo Cavallino, Massimo Stanzione o Daniele Crespi.

El siglo XVIII, menos abundante, cuenta no obstante con obras importantes de Pompeo Batoni, Giovanni Paolo Panini, Corrado Giaquinto, Jacopo Amigoni, Sebastiano Conca, Gionni Battista Tiepolo y sus hijos Giandomenico y Lorenzo.

Al margen de la pintura, es importante señalar otras colecciones de arte italiano pertenecientes al Museo del Prado, que si bien no gozan de la fama y repercusión internacional de ésta, son igualmente dignas de tenerse en cuenta. En primer lugar habría que mencionar la colección de esculturas realizadas tanto en mármol como en bronce por Leone Leoni (1509-1590) y su hijo Pompeo Leoni (1533-1608) que retratan a miembros de la casa real española como el emperador Carlos V, su esposa Isabel de Portugal, su hijo Felipe II o su hermana María de Hungría. No menos importante resulta el conjunto de tableros de mesa de piedras duras realizados en Roma, Florencia y Nápoles entre los siglos XVI y XVIII. Por último no podemos olvidar las piezas italianas, especialmente milanesas, pertenecientes al llamado Tesoro del Delfín. Se trata de un conjunto de alhajas que Felipe V de España heredó de su padre el Gran Delfín de Francia hijo de Luis XIV. Destacan especialmente las piezas milanesas realizadas en los siglos XVI y XVII en cristal de roca tallado. Pueden mencionarse entre otras el Barco de cristal con un dragón, la Góndola de cristal con tres serpientes aladas, el Dragón de cristal, la Fuente de los doce césares y el Vaso de la vendimia.

L.N.F.